30 diciembre, 2005

ParejasDeHoy

Me gustaba más el encabezado de: Mujeres de Hoy. Pero aún siendo más sincero y certero, podría dar lugar a equívocos. Ayer fuimos a visitar al catedrático de la monocapa. Nada, iba con la moto y esssssssque ni te enteras, cuando la moto se te va de la rueda dalante, malo chaval... Ya hay rumores mal intencionados que le colocan en la escena del crimen haciendo la cabra. El monocapa anda con menos de lo justo. De la azotea me refiero. Estaba anclado al cheslón, tirado, en reposo, con la pelvis y el sacro perdigonados. El hombre es todo nobleza de la simple, no hay trampa ni cartón, no hay regates. Es todo juego en vertical hasta el gol. No es la primera vez que caemos por el acosado amarillo. Siempre se sigue el mismo iter. Llegamos a horas –a mi plin que mi estómago hiberna- donde a Itziar le comienza a tañer el campanario del ombligo y se le pone un hostia fatal. La esposa del chaval casi si pronuncia un rapidísimo queresalgo. Y se acabó. Ya no quedan mujeres o casas como Fort Apache o como la casa de mis viejos. Como otras que he conocido, como la de Carmencita -que decía mi padre-, donde la hospitalidad es norma, la atención es regla y el alimentar el estómago ajeno es educación y solidaridad. Ya no era lo peor que en esa casa no entrara la caña de lomo, una barra de chorizo o un buen queso. Es que esa criatura después de trabajar a la intemperie catorce horas, se merece un plato caliente. Es que después de estar practicamente a la cola del carnet profesional de parapléjico, merece una merienda. No digamos mi santa…

Bien pues muertitos de hambre salimos de allí. Antes referirles que nos enseñaron el nuevo dormitorio. Bonito la verdad. Queda un rincón vacío frente a un envarado espejo, donde nos dijo ella: aquí quiero colocar un sofá como de lectura, junto a la ventana. Joder¡, mira que intenté buscar con los ojos algo, aunque fuera el Da Vinci, pero nada ni un puto libro. ¿Qué tendrán pensado leer en ese sofá de lectura?. Estoy intrigado de verdad, flipando en banda ancha -que dice mi hermana pequeña-.


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