Cumpleaños
20 de Marzo
Llegaste.
Te enredaste.
En el sótano sin nubes de la universidad.
Bajo la luz brumosa de un guiño,
bajo el sol tibio que acariciaba los sueños de café y hielo,
tendidos en las aceras de la calle librería.
Te enredaste,
entre procedimientos abreviados,
entre barajas de folios con ventanas fluorescentes,
donde asomábamos el cándido sudor de los veintitantos.
Viniste,
-como el frío y la noche conquistan un atardecer de diciembre-.
Llegaste
al galope entregado,
hasta el asiento crema de un coche,
empañando de vaho la memoria de otros besos ya muertos.
Amapola y espada,
el sendero que condujo hasta tus labios,
piel de limón.
Llegaste y acompañas mi paseo,
dejando juntos cuatro huellas en esta playa;
remendando cicatrices
con lágrimas de hilo salado.
Te enredaste y acompañas mi paseo,
sin oro blanco entre los dedos, ni papeles que son estoque,
solo tu nombre:
estela blanca,
en el cielo limpio de mi memoria de espuma.
Acompañas mi paseo,
para encontrar las huellas que pierdo en mil senderos,
apartándome las hojas que crujen en mi ánimo,
que limpian el horizonte,
hasta la línea azul cobalto del mar:
balcón, donde sentiremos a manos trenzadas,
la brisa húmeda de la vida.
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