Islote de O.
La isla es
negra y O. blanca. Su piel se estira hasta pronunciar tú nombre. Nosotros
quisimos darte esta luz de agosto para que resida en ti. Como un testigo de los
besos que te damos, borrados por el aire y los días pero no olvidados por la memoria de los
volcanes, que te ven pasar y mirar más allá de los caminos rojos que llegan al
mar. Planeas en avión, visitas el mar, rebosante de luz, te azota este viento, recorres el camino
de los barcos, TU eres la reina (de las piscinas de mar). Ahora que te conducimos, que renuncias a los sombreros, quisimos
llevarte a este lugar de paz como tú nombre, donde el mar nos es verde sino
azulísimo; para que regreses siempre que quieras. Todas estas colinas te protegerán, esta luz es ya una sábana que te arropa. Estarás aquí con
nosotros. Nunca llegará hasta este lugar ninguna orden de captura.
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