Cumpleaños
Esta ciudad donde creces es una ciudad sin mercurio, lugar
donde cae la lluvia como un metal más de la noche. Creces en otro país líquido,
lúbrico, lleno de zinc, mercurio y literatura. Hierro nuestro deseo por tu amanecida.
Escuchas la música, el ruido de los rifles del cine, las voces, el run run de
los vermuts, el crepitar del habano. Ves depedir los coches azules. Yo solo quiero de momento que tus ojos se hagan
verdes, allá dentro. Verde mientras buceas, tenuemente hasta verdear el círculo
de la púpila, y la piel traslúcida. Yo quiero que escuches el clarín de este San
Isidro sin Chenel, que comienza hoy, que sientas de momento el galope del toro sobre la
tierra, y sus astas lumínicas que abren el aire y la seda, la seda del mismo capote que te envuelve en la casa que proteje H. Hoy este día que tu surfeas
algas y creces con cautela, imbatible al desamor, cumpliendo días, como Juan cumple también hoy años.
Inolvidablemente. En el mismo lugar donde no habita el olvido.
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