Amsterdam
Hoy, ahora, te imagino en Amsterdam. Pasando salvajemente la juventud por sus canales, sentada en la espuma misma de la vida, con la farlopa del amor en las venas y en las mantas del invierno. Eligiendo bicicleta y destino, probando cervezas nuevas, hoteles cutres, cruzando europa y otra música. No me mandas sms, ni la luz de los escaparates, pero me acuerdo ti, para que veas. Me muero de la envidia.
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