28 abril, 2010

Aguascalientes

La misma escena de hace 30 años. Nadie en el entorno profesional del torero se preocupó por el estado de la enfermería; si por ver y ver los toros en el campo, o permitir el afeitado. Un apoderado debe velar también por los intereses más vitales del matador. Y una figura dar ejemplo. Exigir. Merecería una profunda reflexión en el entorno del torero. Lo comenté con Vicente Zabala.

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