Aniversario 21
Los aniversarios así son lluvia en la memoria, latido revolucionado. Hoy uno baila entre dos labios. Un labio es Madrid y su arena. El sueño de buscar un cielo como aquel cielo de capote rosa. El otro labio es la arena de la ría de Pontevedra y su infancia en la playa nupcial también de los recuerdos. Buscaré el mar por el surco de las carreteras de mayo, pensando que Morante embadurna así el cielo de rosa, con el mismo estallido de color que aquel lance hacia la ladera del tendido 2. No nos cansamos de soñar con aquel día. Y de celebrarlo. Todos los que estuvieron –como el nieto de Joselito López de Castro "Niño de la puerta del sol"-, son herederos. Ahora que los toreros horteras hacen mezcla entre la seda: que es arte y verso, y la bandera. No puede haber franjas, ni banderas, ni soflamas, ni política en el camino que abre la tarde hacia la seda rosa de los capotes doblados. Nosotros miramos ese camino, como un camino hacia la esperanza y el sueño. El camino seguro hacia el miedo. Por eso imaginamos a Morante hoy tan flamenco y Camarón, con ese arte en alfileres prendido de las muñecas, cruzando el camino semicircular del paseíllo. Y esperamos. Feliz aniversario.
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