Titanio
Se rompen tus gafas. El recuerdo es más fuerte que el titanio. Más brillante y febril. Jaime vino a casa como si ayer hubiésemos estado en aquel fuerte de Mojados y anteayer Juan atravesara el verano con aquella movilette roja. Su voz atraviesa como una luz el bosque de los días. La huella del hombre bueno es una luna blanca que nos guía. Después de la falta uno se siente en un jardín extranjero con los muslos dibujados de cicatrices. Detrás de los abrazos hay un desierto de arena caliente. Sed. Oigo la lluvia, la tormenta que de noche se amontona en la ventana, por mis rodillas camina un batallón de cristales. El perro nublado duerme. Tu fondeas en una playa de sábanas blancas. El tiempo se enreda entre las piernas del sueño y yo miro a través de unas gafas el túnel del sueño de esta noche. El sueño es más fuerte que el titanio.
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