29 septiembre, 2008

Amigos de hojalata

Hay recuerdos que están en el agua. El coche es un abrigo de hojalata que atraviesa el frío, la luz ocre del otoño, el calor de los veranos. Un faro en la niebla del invierno. Abre, corta como un bisturí el viento de los días, campea por un mar negro vertiginoso. Es un pájaro que te lleva a la orilla de los bosques, que guarda el secreto de sueños al volante, la llama de una vela para algunas confidencias. Una caja de Pandora que guarda el ruido de los besos; los zapatos, la ropa, la luz de luna caída en su moqueta. La emoción enlatada de todos los abrazos. No había casi nadie mejor para heredarlo, para tomar su timón. En él circuló mi vida más de siete años, siempre con ese aroma de Loewe del primer día. Siempre con una ventanilla a medio bajar al son de cigarros que aún están encendidos. Deseo que vivas con él, que te asalten amaneceres a su espalda, que te quieran mucho, que te saque a toda velocidad del frío blanco de la nieve y que te guarde en una sombra hasta que las tormentas escampen.

27 septiembre, 2008

La mirada única

15 septiembre, 2008

Valladolid, otra feria


La feria de Valladolid bien podría resumirse en la imagen sugerente de un torero de la tierra despatarrado el sábado en un tendido de sol tragando pipas de cuatro en cuatro, mientras Aparicio estrambótico corría más que Fandi. ¿Quién imagina a Fernando Domínguez en tal situación? Esta feria es un camelo y una regresión. Una continua novillada sin caballos, un sopor festivalero, sin seriedad en el toro, ni el público, ni en la prensa jaladora. Seis mentiras a las seis de la tarde. Es tan incómoda como sus localidades tortuosas y a medida de españoles de los años treinta y cuarenta. Tienes razón, no hay perfume de modernidad. Hay una evidente tendencia yonki al trauma del afeitado, una plaza seca, sin luz, ni vida, ni afición, ni glamour, ni ganas para ser otra, sin afición para cruzar el territorio fronterizo de lo serio, del respeto primero al toro. Bendita Francia. Bendita frontera. Perera en gran momento cortó seis orejas en dos tardes. Y en el trance de ese gran momento torea como en la fotografía que tomo de una crítica entusiasta: despegado y en el hemisferio sur del toreo clásico y puro. Pico en vena. El natural traicionado. El torero del momento. La plaza en pié. Las palmas echan humo decía un revistero.

10 septiembre, 2008

Sombra

En las esquinas más olvidadas del toreo está Adrián Gómez. Una esquina barrida de olvido, viento y mal fario. Tiene una sombra amarga la luz de las cinco de la tarde, hiriente y afilada. Una luz que no abre telediarios. Hiela el corazón. Todas las figuras del toreo deberían anunciarse en un festival que sería una ceremonia de agradecimiento por seguir tomando el camino del pitón contrario. Una ofrenda de respeto y agradecimiento.

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