26 febrero, 2008

Bodas de Sangre

Una noche con amanecer de blanco satén. Un vals nupcial con música de Springsteen. La infancia es una frontera de besos. Una armada de cariño invencible. No importa quien se empeñó en navegar por mares a punto de secarse, con el mástil talado y las velas embozando el futuro. Brilla el afecto como una osa polar, como tu falda verde otoño hacía brillos en negro. Hubo un sol radiante, una brisa de primavera, una boda de sangre y arroz brillando en las aceras. Una noche azul con sudor de tabaco, alcohol, humo gris y corbatas flojas; miradas de pupilas como globos, sonrisas a quemarropa, mujeres descalzas con medias de cristal. Después de la noche subimos a una suite: restos de champán descorchado, brillos de oro blanco en los dedos, copas a medias ya sin gas, medio mar de sábanas blancas arrugadas, maletas cerradas. Un viaje por hacer.

17 febrero, 2008

Regresos

Y regreso a donde tú me esperas. Te veo al salir de la tronera del burladero de la estación del Norte. Me recoge un abrigo de ternura, regreso por los pasillos de una ciudad gris. Busco la manta de la noche, el refugio del sueño que me lleve a los labios que no beso. Trasnocho la mañana, una ducha rápida y el olor del café mientras el vaho del espejo pinta un perro borroso. Sin pensar elijo un par de zapatos de charol negro, un libro blanco y otro estampado. Sin querer la querencia me desemboca en la fuente dorada, templo de la nostalgia de tu recuerdo, terreno sagrado donde encontraros, lugar con el tiempo detenido, a cielo abierto para que el pasado regrese a su barra de bar. Llego a un mercado deshabitado de todo con la trampa a medio echar. De noche me dedico mil brazadas, el color del mar en un cubo de cloro, buscando la línea recta de ida y vuelta, un refugio donde no se oyen las sirenas de la calle, donde se ahogan las dudas que flotan en la superficie. Después, una niña preciosa bracea entre mis piernas y un hombre grande amasa coca con un mandil minúsculo. Descubro por fin unas gafas entre Arthur Miller y Domingo Dominguín, pasta negra, diseño antiguo. Una montura para que J. Wayne cabalgue feliz Fort Apache.

13 febrero, 2008

Islas

De noche me guarda el rótulo del ABC, una luz blanca de luna que ilumina la habitación. Vienen y van coches de noche que parece toman un túnel por debajo de mi cama. Madrid de madrugada ojerosa. Tomo un avión encorbatado, cruzo un amanecer limpio, una sombra naranja descansa en las alas. Miedo por estar tan alto. La isla tiene un son cubano, gente en manga corta y bufanda, un mar escondido. Las calles tienen restos de confeti, hay serpentinas y jirones de disfraces en las orillas de las aceras. Hay terrazas perpetuas que no vence ni la lluvia, ganas de vivir la calle, de buscar el sol y de andar tranquilamente, desperezados del tiempo. Gente que se para en mitad de la calle echando un ancla a las conversaciones. De noche, me recibe Tony Soprano en un televisor minúsculo, es como si me sentara a la mesa con alguien cercano. Muy temprano recibo en una sala verde y sueño con playas que no puedo pisar. No me llega el sonido del mar, ni el viento de la cumbre del Teide. Me llegan tus besos. La noche es un burladero lluvioso antes del sueño, un escape para mezclarme con el ruido, sin notar el peso de este plomo. Una terraza mientras llueve, una lluvia que más que calar acompaña, un café caliente junto al puerto, una bandera blanca a lo lejos, más cerca barcos con cascos arañados y más cerca los recuerdos que son un golpe de remo en el agua de la memoria.

07 febrero, 2008

Crónica

Estos días salvo la vida de un perro, le dejo que siga por los bosques del pasillo mientras mi antebrazo sangra. Yo se que hay cosas que dejan la razón para hacer un nido loco en el corazón, en el tuyo que es grande y alto y late a prisa cuando Camarón corre con sus orejas negras y rizadas al viento. Como una flecha de libertad. Estos días me refugio en estas labores de amanuense, peleo con molinos con alma de Don Quijote y me despido de este rincón blanco de moqueta y luz clara que era ya un espacio acostumbrado a mi medida. Atravesé Castilla esta mañana luminosa, un campo de luz que consiguió despistar mis lágrimas. Las ventanillas abiertas del coche hacen que cruce el invierno. Entro en una ciudad fría con tráfico de domingo tranquilo, hay ciudades que parpadean despacio. Un hombre entiende lo que le explico. Regreso a una ciudad de motores rugientes. Vuelvo pensando en ti. Buscando las palabras que te diría hoy, después de soñar contigo. Hoy que se que el destino ya no es una excusa, sino más bien, una quemazón de hielo.

02 febrero, 2008

Curro

01 febrero, 2008

Muleta Planchada

Disfruto un video de Antoñete, la muleta planchada. De lila y oro. Una frontera perfecta para cruzar derechito al empaque, cruzar los valles de la rectitud. No hay picos, todo es recto, no hay engaños, ni flirteos con el otro pitón. Geográficamente perpendicular al toro a su línea de embestida. Y esa trincherilla de la torería del mechón en estado puro, todo forma, todo majestuoso. Todo limpio.

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