31 julio, 2006
28 julio, 2006
Desde entonces
Desde entonces, en días como hoy,
el calor de julio es un vapor que rompe el mercurio de fuego de los recuerdos.
En días como hoy,
no dedico libros,
ni te anudo los tirantes color crema a la taleguilla de verano.
En días como hoy,
una brisa de Loewe hace nubes en el pasillo
y un chaparrón de recuerdos empapa las pupilas.
En días como hoy,
se escuchan las voces afónicas de los amigos,
las farolas son brasas de tabaco rubio americano
que empaparán de niebla y humo la noche de julio.
En días como hoy,
los traidores no saldrán al sol,
y cualquiera que te quiso
al andar bajo este sol que mata,
desmayará la mirada hasta ver danzar la punta de sus pies,
y pensará en tí,
escuchando tu risa que cruje,
viendo como haces bailar cubitos de hielo y nostalgia en la miel de un J.B.
el calor de julio es un vapor que rompe el mercurio de fuego de los recuerdos.
En días como hoy,
no dedico libros,
ni te anudo los tirantes color crema a la taleguilla de verano.
En días como hoy,
una brisa de Loewe hace nubes en el pasillo
y un chaparrón de recuerdos empapa las pupilas.
En días como hoy,
se escuchan las voces afónicas de los amigos,
las farolas son brasas de tabaco rubio americano
que empaparán de niebla y humo la noche de julio.
En días como hoy,
los traidores no saldrán al sol,
y cualquiera que te quiso
al andar bajo este sol que mata,
desmayará la mirada hasta ver danzar la punta de sus pies,
y pensará en tí,
escuchando tu risa que cruje,
viendo como haces bailar cubitos de hielo y nostalgia en la miel de un J.B.
14 julio, 2006
11 julio, 2006
Exilio
En el mundo después de Tony Soprano, en las tierras medias del buen cine ayer fue navidad. Hoy como en navidad, nieva y Paulie Walnuts, Moltisanti y un buen amigo Ruso, han salido a jugar al escondite por la nieve de New Jersey. Esta mañana no fue navidad y mientras yo me bajo los pantalones en un despacho bajo la mirada de una muchacha con las neuronas un tanto engominadas, mi camarada expolia uno de los últimos reductos franquistas. El botín llega y dos jesuitas se me presentan en casa, educados, blancos y tiernos. Como bollos de leche recién salidos del horno. Nos ofrecen el legado metálico y cerámico de una difunta que conservó los retratos de Franco y de la Virgen, limpios después de muerta. El hombre atento, me comenta el problema de los libros de la difunta. Para pasar una noche temática me ofrece varias biografías de Franco fechadas antes de los sesenta y la joya de la causante: las memorias del General Mola. Es por España. Así que después de un día algo disparatado decido exilarme por un rato. Pero me dan otra vez y van mil, con la puerta en las narices y el jodido destello de Living with war.
10 julio, 2006
Zizu
Si no le contagio ahora la gracia del fútbol la cosa estará difícil. Puede que sea bueno ser grande hasta el final. Un francés nos da un bajonazo en la memoria. Bien mirado, si alguna vez me tienen que partir en dos el pecho haciendo volar las costillas hasta que reboten contra las tripas, que sea Zidane. El arte, el estilo y la elegancia hasta jugando de canalla, de Alatriste que tira el sombrero de la gloria.