Puertagayola
Quién ahora cruza sus redondeles,
quién se reclina para jugarse la muerte, para una vez desplomados los cerrojos
ver desde lo oscuro la anatomía de una bala negra de asta blanca, quienes despliegan
un vuelo de telas rosas donde asentar el cuerno y burlar la deriva. Quién hoy
expone sus muslos viendo de cerca al niño con la sábana blanca: un niño
trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde; quién hoy desnuda sus
femorales, y de rodillas en semejante atril, despliega su discurso, mientras el
público con esa conciencia colectiva descubierta por Juan Belmonte, es un solo
gesto de la secuencia de Edvard Munch (El Grito). Quién ejercita esta suerte éticamente en las aceras de la vida, en
las moquetas de las oficinas, quién en la madera noble de los consejos de
administración. Quién ahora afirma y reafirma su ética a portagayola. Nadie. Quienes hoy se arrodillan a puertitagayola; allí donde el toro siembra cristal y níquel.
Fotografía: Fuente: lasventas.com (c).