28 febrero, 2006
22 febrero, 2006
Sueño
20 febrero, 2006
GotasDeAgua
La radio me acompaña en la noche, a veces no programo el sleep y dejo correr las voces en la noche, como si olvidara cerrar un grifo. El grifo goteando un hilo de voz triste. A veces las gotas de unas voces interrumpen el sueño y una historia desordenada me acuna hasta que vuelvo por los fueros inescrutables de Freud, tranquilo y custodiado por el hilo de agua que cae en cascada por la frecuencia modulada mí radio.
19 febrero, 2006
ElOtroFútbol
14 febrero, 2006
Por lo demás
13 febrero, 2006
Reflexiones
I.- Enrique Múgica es judío y gran aficionado a los toros. Los veía sentados, San Isidro a San Isidro, en un abono del nueve junto a su hermano Fernando, asesinado. La memoria de los muertos es la memoria de los peces: fulmina al entornar los párpados. ¿ Qué pasaría si los gusanos de los casi mil muertos cerraran las heridas de la nuca y dieran un pase per nocta, para que también los muertos se sentaran a negociar con los cristaleros ?. La ley debe ser titanio. Nunca olvido las palabras de Enrique Múgica, tras el asesinato de su hermano: “Ni olvido, ni perdono”.
II.- El beneficio del Banco de Santander asciende en 2005 a 6.220 millones de euros. Más que el coste de la nueva Termimal de Barajas. Un mundo entre el norte y el sur, cada vez más lejos lo uno de lo otro. Vean la sonrisa de Botín.
III.- Firmas. A las puertas de Ikea, las juventudes del P.P, solicitaban firmas por la unidad e igualdad nacional. Estos días una chica de 23 años se pasea por hospitales y ministerios solicitando firmas para la investigación de enfermedades raras, que como la suya crecen en un vacío presupuestario.
09 febrero, 2006
Trajes a Medida

07 febrero, 2006
Escenas
La gente anda revuelta. Los truenos de las páginas de sucesos se hacen tormenta, hasta mojar las aceras, hasta nublar la vista y encender la caldera de la mala hostia al rojo vivo. El sábado un sesentón al que Itziar adelantó a paso ligero en una acera cualquiera, no acabó de ver clara la maniobra del adelantamiento. En vista de lo cual decidió en plan Arteche, regalarle una zancadilla a la altura de la rodilla al tiempo que se cagaba en sus muertos. Pena de no tener a mano el móvil de Paulie Walnuts.
Hoy, día lleno de febrero, un pobre hombre ha regresado a casa en chanclas modelo Jesucristo. Dejó sus zapatos debajo del banco azulón del vestuario del gimnasio y a la vuelta de la tabla de gimnasia suiza, no ha encontrado ni los cordones. El hombre no acababa de creerlo. Mientras, un viejo en pelotas destapaba un tarro de Nieva. Se embadurna el cuerpo entero mientras el otro tipo se daba el piro jurando en hebreo y sin cordones. Se encalaba con calma. Hasta algo que parecía una picha recibe el ungüento. La gente se cuida. Hasta los impedidos se cuidan. Un hombre con las piernas como curvas de mujer, accede con bastón y albornoz a la piscina, con un bañador en el que caben tres paquetes. Intenta ensayar algo parecido a la natación a la vez que monta un tsunami de cojones en toda la piscina. Mientras, yo durante mil metros me olvido del mundo que existe en la superficie y por si las dudas no aguantan las altas temperaturas me doy un homenaje a 75 grados centígrados, con la compañía de la chica que domina las cuatro esquinas de la mesa de billar y que hace de los tapetes donden ruedan las bolas, un colchón para el desenfreno. Más tarde a la salida del centro de ingles brasileñas, un conductor de ambulancia empitona a un taxista, mientras en mitad de la vía, una vieja tumbada en una camilla filma la escena con sus propios ojos.